San Jacinto inicia la restauración de una joya del tardobarroco: la capilla sacramental

Por JAVIER COMAS

La parroquia trianera de San Jacinto acaba de iniciar los trabajos de la capilla sacramental que devolverán la luz original a una joya del tardobarroco sevillano. El restaurador Carlos Peñuela intervendrá durante seis meses, junto a un equipo de expertos, restauradores, historiadores, arquitectos y químicos, esta desconocida estancia que cobija a la Virgen del Rosario y al Santísimo en este templo dominico.

Los trabajos se centrarán en la consolidación del soporte y trasera del retablo, así como en la limpieza química y mecánica de las piezas, reintegración volumétrica de elementos faltantes, estucado, reintegración cromática y barnizado; así como una profunda intervención en las yeserías, reja y murales de la capilla.

Será la primera intervención que sufrirá este espacio en más de dos siglos y medio desde que fuera proyectado. Un lugar que tiene uno de sus problemas más graves en «las alteraciones que ha sufrido el muro a lo largo de los años. Esto se puede apreciar por reparaciones de operarios en las sucesivas obras que han tenido lugar, sobre todo por los materiales que se aprecian, ya que las variaciones en el tipo de madera saltan inmediatamente a la vista», apunta el restaurador a este medio. Problemas basados principalmente en la humedad: «Había chorreado en multitud de espacios agua procedentes de cubiertas, goteras, humedades por filtración y por capilaridad».

La capilla sacramental de San Jacinto, aún sin los andamios instalados / ABC

En cuanto al soporte mural, «se encuentra en general en buen estado, aunque tiene múltiples grietas y fisuras correspondientes a aberturas y movimientos de los muros». Los motivos ornamentales «presentan la misma patología» donde se observan «manchas de humedad así como disgregación de los paramentos murales, encontrándose en algunos puntos muy harinoso», indica Peñuela.

Detalle del ático del retablo de la capilla sacramental de San Jacinto / ABC

Por su parte, el retablo está «en buen estado estructuralmente» pero su dorado «está muy oxidado y ennegrecido. En esta misma zona se encuentra hasta un 30% de pérdidas de dorado y preparación, debido a su exposición a los cambios bruscos de temperatura, humedad, luz directa a través del óculo, etc…», argumenta Peñuela.

Ángel atlante de la capilla de sacramental de San Jacinto / ABC

Con un presupuesto de 60.000 euros, comienza de esta forma un proyecto impulsado inicialmente por el anterior párroco José Rafael Reyes y ejecutado por el actual, Javier Rodríguez. Del mismo modo, las gestiones del arzobispo, Juan José Asenjo, han facilitado la llegada de donaciones tan importantes como la de la Real Maestranza de Caballería. El proyecto también ha contado con relevantes aportaciones de fieles y feligreses de la parroquia, así como de la propia orden dominica.

Detalle de las yeserías de la capilla sacramental de San Jacinto / ABC

El retablo

De estilo rococó, el conjunto está enmarcado en el primer tercio del siglo XVIII y atribuido a Francisco de Acosta «El Mayor», hijo de Cayetano de Acosta. Por su parte, el historiador Álvaro Recio Mir la encuadra en 1775. Esta atribución la realiza la profesora Matilde Fernández Rojas, por analogía con el retablo mayor de la parroquial de Fuentes de Andalucía.

Su retablo, que cuenta con unas medidas de 663,50 x 417 centímetros, presenta un programa iconográfico dedicado a la Virgen del Rosario -atribuida al círculo de Acosta- que preside la estancia y que fue restaurada recientemente por el propio Peñuela. A esta imagen le acompañan un San Pío V, instaurador de la fiesta del Rosario y San Francisco de Asis.

Detalle de las pinturas murales de la capilla sacramental de San Jacinto / ABC

En cuanto a las pinturas murales están datadas en 1951 mientras que las yeserías, «fueron policromadas hacen alrededor de siete décadas», como apunta Peñuela.

La capilla sacramental de San Jacinto, con los andamios instalados / ABC

En esta capilla residió desde 1755 la Cofradía del Rosario fundada por la Orden de Predicadores hasta finales del siglo XIX, en que parece se encuentra ya en franca decadencia y convertida, tras la exclaustración, en hermandad diocesana. Una estancia que tiene una prominente bóveda que supera los 8 metros del altura y que convierte esta capilla en una desconocida joya del patrimonio de la ciudad que comienza a redescubrir San Jacinto con nuevos aires de reapertura.

Ángel atlante de la capilla de sacramental de San Jacinto / ABC

Más información en: https://sevilla.abc.es/pasionensevilla/actualidad/noticias/san-jacinto-inicia-la-restauracion-una-joya-del-tardobarroco-la-capilla-sacramental-180443-1594294404.html

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