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Durante los meses de Julio y Agosto de 2016, se ha procedido a intervenir estas dos piezas retablísticas de alto valor. Estas hornacinas talladas en madera de cedro, doradas, estofadas y policromadas al óleo se atribuyen, según prestigiosos historiadores como D. José Roda Peña al taller del genial Pedro Roldán hacia 1685 a buen seguro, siguiendo la traza de Bernardo Simón de Pineda.

Los Tratamientos de restauración realizados han consistido en la eliminación y retirada de suciedad superficial y polvo en suspensión; la consolidación del soporte lígneo; la fijación de los estratos de dorados y la policromía, la retirada de barnices oxidados y de la suciedad  adherida procedente del hollín, grasa del humo y las velas; y la aplicación de una resina que proteja la madera desprovista de color de posibles futuros ataques de insectos xilófagos y capa de protección mediante barnizado en las partes polícromas que diera unidad a todo el conjunto .

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